Existen diferentes tipos de mantenimiento, tal y como hablamos en el artículo ¿Qué tipos de mantenimiento existen y puedo aplicar a mis instalaciones y equipos de trabajo? En ese mismo artículo también adelantamos que no suele darse el caso de que un único tipo de mantenimiento sea suficiente para cada instalación o equipo de trabajo, sino que necesitaremos un modelo de mantenimiento de instalaciones.
El modelo de mantenimiento de instalaciones consiste en determinar qué combinación de los diferentes tipos de mantenimiento y en qué proporciones se requieren según las necesidades de cada instalación o equipo.
De todas las posibles actividades incluidas en los diferentes modelos, hay dos que son comunes en todos ellos y que encontraremos en cualquier modelo de mantenimiento de instalaciones. El motivo es que se ha demostrado que es altamente rentable aplicarlas en cualquier equipo. Estas dos actividades que debes considerar siempre en tu modelo de mantenimiento sea el que sea son:
- Inspecciones visuales: permiten detectar una posible avería de forma precoz y, por tanto, su solución será probablemente más barata que si esperamos a que el problema se agrave.
- Lubricación con productos adecuados a las características del equipo. Aunque implica un coste porque requiere del producto lubricante adecuado y de la mano de obra para aplicarlo, realizar esta tarea siempre será más económico que la reparación del equipo de una avería por falta de lubricante.
Los modelos de mantenimiento pueden presentar variaciones o desviaciones, pero existen cuatro tipos fundamentales que puedes aplicar en el mantenimiento de tus instalaciones, tal y como veremos en el siguiente artículo.
